miércoles, 19 de diciembre de 2012

45 MINUTOS

¿45 MINUTOS SON SUFICIENTES?

El día de cole está repleto de idas y venidas de profesionales que van a sustituir, que van a su clase de especialista, que van a hacer el apoyo correspondiente, etc... .
Estamos atados al minutero de una forma perpetua y nos tenemos que ceñir a él sin más remedio.
Por este motivo hemos de sacarle el jugo a casa segundo que nos dejan, poder obtener el mayor rendimiento de nuestras alumnas y alumnos con el menor esfuerzo y en un tiempo record .

No tenemos que tener prisas, aunque parezca una contradicción, solo tenemos que organizar nuestro tiempo de una forma coherente, preparar unos objetivos reales y que podamos conseguir, no intentemos engrosar nuestra programación para que quede bonita.

Ya pero es que mientras que llegamos , los mandamos callar, se sientan, empezamos a trabajar muy tarde.

¿Quién ha dicho que la clase empieza cuando estén toas y todos callados, o sentados?.



Elijamos el momento para poder redirigirlo a nuestra planificación, utilicemos su alegria para encauzarla en el beneficio de todos, no seamos rígidos en su corrección, bastante tienen en casa, y usemos su movilidad para variar el momento según lo requiera el grupo.

Si todo esto es ya lo suficientemente dificil en las áreas normales impartidas en el idioma materno, se que en utilizando CLIL o AICLE se nos complica aún más, pero no hay que preocuparse, solo hay que ponerse las botas de agua y.....
¡¡¡A LOS CHARCOS!!!!!!!......

2 comentarios:

  1. Interesante.
    Dices cosas bien pensadas.
    El tema del silencio y el trabajo es importante, no porque sea en sí un objetivo "Trabajar en orden y en silencio para no molestar al compañero..." (que caricatura...)
    El objetivo es mucho más amplio. Es un eje vertebrador de la educación: una virtud. El orden.

    "Virtud sin orden, rara virtud"

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  2. Hola Luis me ha gustado mucho tu pensamiento sobre cómo desperdiciamos ese precioso tiempo de algarabía en clase, esa inconmensurable perdida del poco tiempo del que disponemos. Aunar sinergias sería más fácil (como bien dices), se aprende más cuando estamos felices que cuando somos meros espectadores pasivos.
    Sí; estoy de acuerdo en que el orden es una virtud, pero mayor virtud es hacer de tu clase un “desordenado mundo de alegría en el que todos caben y aprenden”.
    Me gusta la risa de los niños.
    Mari Carmen

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